MARÍA ELENA WALSH Versos tradicionales para cebollitas Para alegrar la reunión con el permiso de ustedes, les voy a contar el cuento del viejo Tomás Paredes. Hombre rico por demás y de fortuna cerrada: mucho campo, muchas vacas y mucha plata enterrada. Cuando quería comer sus vacas no estaban buenas. Para comer carne gorda volteaba vacas ajenas. Dormía de un solo ojo para soñar más barato y no salía a pasear por no gastar los zapatos. Para lavarse la cara esperaba que lloviera y escribía sus apuntes en unas hojas de higuera. Fumaba piola picada y hacía vino de tomate y en unos botines viejos este hombre tomaba mate. Montaba desde una silla por conservar los estribos y una vez perdió un dinero por no entregar el recibo. Al final en un arroyo, pues no quería dar nada por no dar un grito fuerte lo llevó la correntada.
María Elena Walsh La polilla come lana de la noche a la noche a la mañana. Muerde y come, come y duerme lana roja, lana verde. Sentadita en su ropero con su plato y su babero, come lana de color con cuchillo y tenedor. Sus hijitos comilones tienen cunas de botones. Su marido don Polillo blaconea en un bolsillo. De repente se avecina la señora Naftalina. Muy oronda la verán, toda envuelta en celofán. La familia polillal la espía por un ojal, y le apunta con la aguja a la Naftalina bruja. Pero don Polillo ordena: —No lo maten, me da pena; vámonos a otros roperos a llenarlos de agujeros. Y se van todos de viaje con muchísimo equipaje: las hilachas de una blusa y un paquete de pelusa. MIRAR VIDEO...
Serie de 6 lienzos pintados por Goya sobre la temática de brujería (1797/1798) Vuelo de brujas Museo del Prado - Madrid El Aquelarre Museo Lázaro Galdiano - Madrid El conjuro o las brujas Museo Lázaro Galdiano - Madrid El hechizado por la fuerza National Gallery - Londres La cocina de los brujos Colección privada - México El convidado de piedra Paradero desconocido
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